Miguel Ángel Laguna Villalobos (1976), imaginero y restaurador de arte sacro, ha acogido en su casa de Villaconejos a Jesús de Medinaceli durante todo este tiempo para dejar al Señor como lo concibió Gerardo Morante. Detrás de barnices, pintura, estucos y madera Miguel Ángel transmite que ha encontrado lo que todos suponíamos: el amor, la fe y la devoción del pueblo de Ávila al Nazareno, en forma de besos, lágrimas y caricias derramadas durante siete décadas.